Se dice mamá, pero se pronuncia: ¡la mujer más valiosa del mundo!
Bondad, resiliencia, entrega y cariño son solamente algunos calificativos que nuestras bellas mamás poseen.
Ayer en Las Varas, en Compostela, tuve el honor de convivir con cientos de ellas y el resultado fue una bella tarde de alegría, risas y muchas sorpresas para todas.
Todo mi reconocimiento a las mamás nayaritas, legado de amor y fuerza.